Buenas lectores y lectoras,
en los últimos meses estamos asistiendo a un cambio en el mundo de GW profundo, que sobre todo se caracteriza porque ya no importa ni el jugador ni el juego, sólo el comprador, ya no se busca un soporte trasfondístico que impulse la creatividad de los usuarios sino la venta compulsiva y esta desapareciendo eso que antes llamábamos detalles que cuidaban a los aficionados por la rentabilidad más absoluta y deshumanizada.
Se ha publicado en muchos blogs de referencia estas conclusiones y más (Descanso, Taberna, y otros tantos como para nombrarlos a todos) pero desde aquí quiero poner mi grano de arena.
Los cambios de 7º de w40k han sido bien recibidos por la comunidad, aunque con muchos matices, ya que no era necesario el enorme coste económico que ha supuesto para todos, creo además que ha pillado a casi todos agotados con los cambios frenéticos del último año y medio, incluso a algunos jugadores veteranos los veo más cerca de dejarlo, que de empezar algo nuevo. El juego es diferente y para mi gusto mejor que la versión anterior, pero no por ésto se percibe un buen trabajo, la cuestión de la no traducción de los nombres propios es un buen ejemplo, sino porque cada vez se trata peor a las comunidades no anglófonas, el juego cuando realmente se extendió es cuando se adaptaron a los usuarios y no al revés, pero éso ya lo comprenderán con el tiempo.

Otros cambios que se perciben en los nuevos códex de Lobos y Orkos, es la pérdida de identidad, convertir a los Transportes asignados en Ataque Rápido para vender más y la nefasta organización del contenido, sobre todo de la parte de la organización del ejército, dejando un chapucero material para elaborar listas con rapidez.
Los amos de la guerra tampoco creo que hayan sido una buena idea, ya que ese personaje poderoso y caro pero opción extra de CG en muchas listas, no va a usarlo nadie.
Respecto a Warhammer Fantasy, juego del que era un gran aficionado hasta la llegada de 8º, tenía esperanzas de que mejorara pero sólo ví la pérdida de rumbo de las cosas buenas de 7º como la importancia de la infanteria sobre los personajes, de ese factor de realidad que hizo subir el juego como la espuma (con añadidos trasfondísticos y literarios de un valor incalculable, estoy pensando en Tiempos de Leyenda, la saga de Nathan Long o de Darkblade) a estropearse con la importancia de la magia, que los personajes se volvieran muy determinantes, que reglas que dificultan el movimiento como la de la pulgada no haya sido corregida y demás.
La campaña de la tormenta pudo haber sido una ocasión para que las cosas cambiaran, pero se desperdició, se hizo una parte historiada ridícula y además los cambios no se añadieron.
Ahora llega una nueva campaña como si lo anterior no hubiera sucedido, con un giro de borderline, la vuelta de Nagash, que quiere destruir el caos, cosa que nunca le ha importado una mierda y cambios por todas partes del todo absurdos, como que Baltasar Gelt levante un muro, que Manfred no quiera la destrucción del Imperio, que los elfos estén a por uvas y que los lagartos vengan en pateras, es que....
Con todas estas opiniones sólo busco como aficionado decir que las cosas no van bien en el mundo de GW, y no por ellos, sino por los aficionados que van a ser los que lo acaben dejando por alternativas menos esquizofrénicas.