sábado, 5 de noviembre de 2011

Informe de batalla: La batalla en la estación de defensa, 5ªEd.w40k

Siguiendo la estela que dejó del artículo - narración; Victoria o Muerte, os dejamos a quí lo que aconteció la semana pasada en la primera fase de los dos escenarios que dan fondo a esta historia.

Por un lado os comento un poco el escenario en cuestión.
Los ultramarines, se habían parapetado en una estación de defensa planetaria ante un posble ataque por parte de la XIII, y por su parte un pequeño contingente de la compañía de la Legión Negra había sido encargado para tratar de tomar un punto estrategico de vital importancia como era la estación.

Para recrear la situación elaboramos una estación con tableros del doom, y aplicamos una serie de reglas especiales como que los caoticos desplegaban por DR pero el primer turno era para los marines. Había puertas que derribar (las consideramos como vehículos de blindaje 10 y 14) y zonas de control que tomar.
Elaboramos unas pequeñas listas con las siguientes restricciones:
Caos -1CG max 125, 2-4 Lineas, 0- 1AP o Elite, y 0 - 1 AR. 750 puntos.
Marines 1CG max 125, 2-3 Lineas, 0- 1AP o Elite. 625 puntos.

Aquí os dejo el escenario de 3 objetivos.



Aqui os dejo algunas fotos de la partida y os cuento el informe de batalla - narración.
Los marines se alzaron con la victoria y contarán con un apoyo adicional la siguiente partida.


Asalto a la estación de Defensa.
Ildrad esperaba ansioso mientras las cápsulas de desembarco surcaban la atmósfera de Epsilon 13-22 a toda velocidad. Las turbulencias que sufría la cápsula le ocasionaban un cierto desagrado, pero como toda sensación desagradable procuraba convertirla en placentera. El hechicero miró a su escolta personal, una escuadra de marines de Slanesh, su venerado Dios, y sonrió pensando en el dolor que inflingirían a sus enemigos.
-Consígueme la estación de defensa para apoyar a nuestras flotas durante el asalto principal- era la orden que explícitamente le había dado Volkem antes de partir. Para cumplirla le acompañaban veinticuatro marines. La mayoría eran marines del caos de la XIII aunque había escogido a los cultistas de Khorne como grupo de asalto y su guardia personal de marines de Slanesh.
De pronto algo interrumpió sus pensamientos. – Fuego enemigo mi señor- le comunicó el paladín de la escuadra. Las baterías enemigas estaban soltando un vendaval de fuego sobre ellos, por la escotilla acristalada vio como explotaban las cápsulas de los Berserkers y la de una de las escuadras de marines del caos y como sus tripulaciones saltaban en asientos paracaídas.
Un tremendo retumbar se produjo cuando las cápsulas restantes tocaron tierra. -recuento- le gritó al paladín. – dos marines y un berserker han caído en el descenso- le respondió este.
- Bien- Volvió a hablar Ildrad – La escuadra 1 y 2 a la puerta occidental, nosotros apoyados con la 3 a la central, ¡Deprisa!
Las cuatro escuadras avanzaron con rapidez derribando las pesadas puertas de la estación con el fuego de fusión de las escuadras de marines. Los caóticos entraron en la estación, pero en vez de un aluvión de tiros no encontraron nada más que silencio.
- Ya están aquí- Dijo el sargento Angelus de la escuadra de Ultramarines.
- Bien- respondió Ulstem, segundo bibliotecario de la compañía. –Todos a sus puestos-
Las órdenes eran sencillas, mantener la estación de defensa en poder de los Ultramarines, así se lo había indicado el Capitán Edus. No podían prescindir de muchos hombres, pero igualmente Edus había dejado al mando de Ulstem un pequeño destacamento de veinte marines para que custodiasen la Estación ante un posible ataque de la XIII.
- Que las escuadras no actúen aún, todos listos en sus puestos. Atacaremos cuando entren-
Ildrad y su escolta y una de las escuadras de marines avanzaban cautelosos. – Estamos dentro- sonó por sus comunicador –nos dirigimos hacia el cuarto de generadores, derribamos la puerta, figuras, ¡¡¡Exterminadores!!!!- El semblante del hechicero se puso rígido, no contaba con que el enemigo tuviese esas cartas en su mano. - ¡¡¡¡ Sangre para el Dios de la Sangre!!!- sonó otra voz –Apoyamos la carga de los Berserkers- respondió el paladín de la segunda escuadra de marines del caos.
Los tiros y gritos comenzaron a sonar. Las escuadras de Khorne y marines del Caos chocaron contra los cinco exterminadores de asalto que les aguardaban en el cuarto de generadores. Como un torrente desbocado chocaron contra los imponentes Exterminadores. Sus armaduras eran gruesas y sus escudos y martillos de energía poderosos, pero los enemigos eran el doble y la furia de los Berserkers clamaba cráneos. Victoria o muerte, nadie retrocedía solo se mataba o moría.
- Sargento, aguarda aquí- Dijo Ulstem, voy a apoyar a los exterminadores, mantén el centro de mando y la sala de cañones cueste lo que cueste.
El bibliotecario salió corriendo mientras su cuerpo se iluminba dotándole de una velocidad sobrenatural. – ¡¡¡¡¡¡¡¡¡Muerte al Caos!!!!!!!!! – gritó Ulstem mientras cargaba abriéndose paso entre los marines del caos. El combate se encarnizó, los Berserkers se estaban llevando la peor parte en el brutal encuentro mientras los marines mantenían la posición ante la carga del bibliotecario. Un martillo del trueno rebentó la mitad del tronco del paladín de los Berserkers mientras en un último ataque de furia brutal, este estiró su brazo con el poderoso puño de combate, agarró el casco del exterminador cerró la mano con toda su rabia llevándose consigo al último de los exterminadores. Khorne se había cobrado tributo con la sangre de los exterminadores y de sus berserkers.
Mientras, los marines supervivientes seguían manteniendo una lucha encarnizada con el bibliotecario que blandía su poderosa arma psíquica, segando vidas y atravesando las armaduras como si fuesen de papel.
- Retrocedemos hacia la sala de cañones – gritó Angelus. -Nos atrincheraremos allí junto a los exploradores.-
La escuadra de Ildrad y la segunda de marines avanzaron entrando en la sala de mando mientras los Ultramarines retrocedían. – Cobardes- murmuró.
- Señor- sonó por el comunicador del hechicero. – Hemos abatido al bibliotecario, le destrocé con mi puño de combate. Solo quedamos un legionario y yo. Los berserkers y el resto de mi escuadra han muerto. Tenemos los generadores de energía bajo control- le comunicó el paladín de la segunda escuadra de marines del caos.
- Son nuestros- clamó Ildrad. Lleno de prepotencia y desprecio hacia el enemigo mandó proseguir con el avance - Rápido avanzar, derribemos esta puerta.-
-Señor, moriremos atrapados aquí.- Dijo el cabo Vazques.
-No, lucharemos hasta la muerte aquí- Respondió Angelus.
- Tienen la sala de generadores y el puesto de mando, debemos contraatacar o perderemos toda esperanza de mantener la estación por mucho que resistamos en esta sala- replicó el cabo.
Angelus obsevó la ferviente mirada de su subordinado. –Fuerza y honor- -Exploradores, fuego de cobertura mientras avanzamos, marines conmigo, ¡Por el Emperador!
-¡Por el Emperador!- respondieron los tácticos mientras avanzaban por el pasillo de nuevo hacia la sala de mando.
Mientras se disipaba el humo de la puerta que acababan de volar, Ildrad comenzó a oír vítores al Emperador, - No aprenderéis nunca- murmuro. De pronto balas de bolter repiquetearon en su sevoarmadura arrancando algunos pedazos y siluetas se empezaron a vislumbrar entre el polvo de la explosión. – Aguantar – dijo a sus marines de slanesh.
Una brutal carga se vino encima de Ildrad y su escolta. La imprudencia era la penúltima lección que aprendería, la última, subestimar al enemigo. Respondió al ataque de un marine abriéndole el pecho con su arma psíquica mientras del tumulto un puño de combate se estrelló contra su pecho, sintió el dolor al quebrase su armadura y reventar su pecho, sintió el placer de morir.
Tratando de contener la marea, la segunda escuadra se había unido a las diezmadas filas de marines ruidosos, pero fue en vano. Sus vidas quedaron allí junto a las de sus camaradas.
-Vitoria- Dijo triunfante Angelus mientras remataba al último marine del caos malherido.
-Victoria- Respondió Vazques a su sargento con su cara henchida de orgullo.
- Rápido terminemos de tomar la base, pongamos cuanto antes el sistema de nuevo en funcionamiento para apoyar a las flotas, la batalla aún no ha acabado-
-Nos retiramos- Dijo el paladín de la primera escuadra a su subordinado.
-Hemos fallado Señor- respondió el marine del caos.
- La XIII no fallará, les aplastaremos en el campo de batalla, han ganado una batalla pero no la guerra. Estúpido hechicero, no se puede confiar nada a un pervertido- Dijo el paladín con tono de asaco- Rápido retirémonos, pongamos unas granadas en los generadores, les tendrá un rato ocupados ya no tenemos más que hacer aquí.

3 comentarios:

  1. Mooola :)
    con que listas jugasteis y/o reglas?

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  2. Pues la listas eran 750 marines del caos y 625 lealistas.
    Prácticamente era un edificio con algunas zonas para disparar, en el que los marines podían mover con normalidad atravesando puertas (vehículos inmovilizados y sin armas) y los caoticos irlas tirando para poder entrar en las salas y capturar los objetivos. Además los marines tiraban 1D6 al principio por unidad enemiga, y con 1-2 hacían un impacto x mini a la unidad de F4.

    Marines: 10 tacticos con sargento puñero, 5 termis de asalto, 5 exploradores con sargento puñero y un biblio.
    Caos: 6 mec con paldín puñero y fusión, 7 mec paladín puñero y fusión, 6 Berserkers puñero con paladín, 5 Ruidosos con sirena y un hechicero con latigazo.

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  3. Dios, se me ha vuelto a comer el comentario.....

    bua..

    bua....

    pues la verdad es que mola bastante tendre que hacer lo mismo con mi tablero

    ya no me acuerdo lo que habia puesto.... pero mola,

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